jueves, 16 de octubre de 2008

Lealtad Peronista


Edmundo Fernández tiene 84 años, vive en zona sur en la ciudad de Rosario. Una entrevista me llevó a conocer a este personaje. Calvo, y de mirada pura detrás de unos delicados anteojos. Cada año le agregó quizá, una expresión a su rostro. Ese mismo rostro que fue testigo de una época y que hoy relata con tanta emoción, porque, según él, lo importante es comunicar a las nuevas generaciones… “Yo ya soy un viejo, pero esto tiene que quedar”.

Él mismo se autodenomina un "dinosaurio peronista". Edmundo es fiel a
Perón su líder y tiene muy fuertes convicciones. Su vida fue y es aún hoy el peronismo, "pero el peronismo no como el de ahora... el peronismo de verdad", asegura.
En la entrevista me introdujo a su historia mostrándome una carpeta azul. En su interior me encontré con fotocopias que realizó exclusivamente para la cita, sumado a un libro de debate sobre el peronismo llamado "Propuestas" y otro librito blanco titulado "Peronismo y petróleo", entre otros artículos.
Pero unas hojas después descubrí textos de su autoría. La más impactate es "Crónicas de un veterano peronista", donde cuenta su participación en las filas del joven peronismo en 1945, pasando por la militancia y sus satisfacciones, donde expresa cómo conoció al Coronel Perón, "20 días antes del histórico 17 de Octubre de 1945". La crónica concluye en el relato de su candidatura a concejal en 1983, un "sueño cumplido". Y concluye narrando que "esta es la historia de uno de los tantos militantes peronistas que se siente millonario, porque traté con Perón..."

Historia del peronismo - Genesis del 17 de octubre de 1945



Sentados en un bar sureño, comenzamos a charlar sobre eso que, según sus mismas palabras “era una cosa de no creer”.
Empezó a relatar aquellos hechos del
17 de octubre de 1945, cuando aparecía uno de los militares venido dese la Secrtería de Trabajo y Previsión para decir qué es lo que pensaban hacer. Esta aparición los entusiasmó tanto que se agruparon para “hacer patria”. “Unidos por un sentimiento de esperanza salíamos a la ciudad a manifestarnos", aseguró.

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MARCHA PERONISTA COMPLETA
Marcha Peronista -


Edmundo, conocido como "el gallego", se crió en Echesortu, donde unos años más adelante fuese la seccional peronista más grande de Rosario en el período 46-48’, cuando empezó a actuar en política como Secretario Electoral General.
Más hablábamos, mas tosía, como si la emoción fuese cada vez más difícil de evitar.
Conoció a Perón el 27 de Septiembre de 1945, y este dato lo guarda como un preciado tesoro…

-¿Cómo fue que conociste Perón?, pregunto, sin estar segura de cómo llamarlo.
-
Todo fue porque el coronel designó un delegado obrero en cada embajada argentina en el mundo…
Aquí empieza un relato que atraviesa la historia de un entrañable amigo, el "ñato" Di Pancrazio, miembro del
ATE y delegado en la embajada en Italia. A Edmundo parece no gustarle ahorrar palabras, nombres, acontecimientos, por lo que se despliega con total libertad en las aguas del pasado, en esos nombres y hechos que eran su vida, y que hoy, después de más de sesenta años lo siguen siendo.
Un día este conocido le dice a Edmundo que tenía que ir a verlo al coronel para preguntarle algo.
Entonces me pregunta: -¿Querés venir? -Claro que quiero ir! Entonces fuimos. Me sentí un ratoncito…” .
Edmundo quedó impactado ante la presencia de Perón, atraído ante la figura y todo lo que ésta representaba para él: la lucha, la justicia social, el amor a la patria. "Era pintón...pintón..., dijo entre risas, ¡más lindo que Gardel!,
y mirá que Gardel era buen mozo..."

Edmundo tiene un libro con todas las entrevistas de su líder en los distintos gremios, al que hizo autografiar ese día en el que frente a frente por fin pudo conocer a la persona de carne y hueso, a Perón.
“Esto – dice con el libro entre las manos- me costó una quincena, hacer encuadernarlo con cuero ruso. Lo hice para que perdure…” Y esta frase quedó resonando unos segundos en el vacío mientras tomaba un sorbo de soda. Y se escapaba de su mirada la tristeza de que todo había terminado, de que las cosas cambian, de que a lo mejor en realidad nada perdura lo suficiente.
27 años después, en Diciembre del 72', Edmundo encontró la oportunidad de que Perón le ratifique el mismo libro con una nueva dedicatoria.

¿Cómo fue ese reencuentro con el Coronel?

"Esta vez, el coronel tenía más años, la piel avejentada y no vestía su traje oficial, sino un conjunto deportivo blanco y zapatillas... ¡Por un momento no creí que fuera mi Presidente!" -dice con nostalgia- "Nuevamente me rectificó la firma en el libro que aquella vez me firmó, mientras él me firmaba yo le ví la piel del brazo porque tenía mangas cortas, toda flojita, como yo".

Esta entrevista me mostró de adentro cómo es la figura de un líder, cómo hay que hacer las cosas sin saber por qué, simplemente porque él lo dice, como el pasado es muchas veces el presente en el que se vive, y brinda las razones por las que actúamos cotidianamente. Más tarde le pregunté a Edmundo ¿por qué lo quería a Perón?, esperando motivos justificantes, esperando un poco de algo verificable, de algo concreto. Me contestó en tiempo presente"No sé. Yo lo adoro". Y me quedé sin nada más que decir.


¡Gracias Edmundo por tu historia!






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